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El Agente de Desarrollo Local: Concepto y Generalidades (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Para varios autores, el desarrollo local se puede
definir como una política activa
liderada y gestionada
por los diversos agentes que participan, actúan e
intervienen de forma concertada en un territorio determinado;
para crear unas bases sólidas, dinámicas y
sostenibles de progreso y riqueza, a través de una
adecuada y creativa movilización de los recursos
existentes, pero en esta definición faltaría
incorporar los términos económico, social y
territorial, que hay que relacionar necesariamente con el
ámbito de actuación de esa política activa,
con los agentes que intervienen y con los recursos locales
existentes.

Para otros como, Albuquerque, F. (2003), el Desarrollo
local no es únicamente desarrollo municipal. El sistema
productivo local, que incluye entre otros elementos, el conjunto
de relaciones y eslabonamientos productivos y comerciales
relevantes para explicar la eficiencia productiva y
competitividad de la base económica de un determinado
territorio, no tiene porqué coincidir con las fronteras o
delimitaciones administrativas de un municipio o provincia,
afirmando por tanto que:

  • Desarrollo local puede contemplar no es sólo
    desarrollo endógeno ya que. muchas iniciativas de
    desarrollo local se basan también en el
    aprovechamiento de oportunidades de dinamismo exógeno.
    Lo importante es saber "endogeneizar" dichas oportunidades
    externas dentro de una estrategia de desarrollo decidida
    localmente.

  • El desarrollo local es un enfoque territorial y de
    "abajo-arriba", pero debe buscar también
    intervenciones de los restantes niveles decisionales del
    Estado (provincia, región y nivel central) que
    faciliten el logro de los objetivos de la estrategia de
    desarrollo local. Se precisa, pues, de una eficiente
    coordinación de los diferentes niveles territoriales
    de las administraciones públicas y de un contexto
    integrado coherente de las diferentes políticas de
    desarrollo entre esos niveles. Las decisiones de
    "arriba-abajo" son también importantes para el enfoque
    del desarrollo local.

  • Asimismo, hay que añadir que el desarrollo
    local no se limita exclusivamente al desarrollo
    económico local. Se trata de un enfoque integrado en
    el cual deben considerarse igualmente los aspectos
    ambientales, culturales, sociales, institucionales y de
    desarrollo humano del ámbito territorial
    respectivo.

Finalmente y amén de reunir estas posturas, se
cita a Barreiro (2000), quien nos define que decir el
desarrollo local es un proceso orientado, es decir, es el
resultado de una acción de los actores o/y agentes que
inciden (con sus decisiones) en el desarrollo de un territorio
determinado
. Estas decisiones no solamente se toman a una
escala local, sino que existen decisiones que tomadas en otra
escala (por ejemplo, a nivel nacional o internacional) tienen
incidencia en el desarrollo de un territorio dado. La
preeminencia de las decisiones de los actores locales, por sobre
otras decisiones que no responden a los intereses locales, es lo
que define un proceso de desarrollo local.

Para este autor, el desarrollo local no es una
estrategia política-institucional, o meramente
económica administrativa, por lo menos no lo es
exclusivamente, sino que la hipótesis que le da sentido al
concepto tiene que ver con las acciones que, tomadas desde el
territorio, incrementan la creación de valor, mejoran las
rentas, aumentan las oportunidades de empleo y la calidad de vida
de los habitantes de la localidad
. Estos objetivos no pueden
ser abordados exclusivamente por la acción de las
instituciones públicas, sino que son el resultado de la
multiplicidad de acciones del conjunto de actores
(económicos, sociales, políticos,
tecnológicos) que operan y toman decisiones en el
territorio o, que sin estar localizados en el territorio, inciden
en él.

Por otra parte, la práctica de los actores
implicados ya sea en calidad de agentes sociales,
económicos, institucionales, etc., es,
simultáneamente, una causa y una consecuencia del
desarrollo del territorio. Podemos situarnos en la idea de una
racionalidad de cada agente que, a su vez, está
condicionada por el perfil del territorio, pero que no
está determinada de forma absoluta por el mismo, es decir
que un ADL actúa considerando que el territorio es
solamente una base de operaciones, y por lo tanto pueden
encontrar bases territoriales similares por lo que tienden a la
alta movilidad geográfica, hasta aquellos que generan
fuertes interdependencias y sinergias con los recursos y con
otros actores locales y de allí que se enraícen en
la comunidad.

1. 2 Concepto y perspectiva
histórica del Agente de Desarrollo Local en
España

El auge del desarrollo local en España surge de
la coincidencia de tres elementos fundamentales:

a) La necesidad de dar solución a los problemas
existentes en el territorio, en un contexto en el que el
desempleo alcanzaba en España tasas muy por encima de la
media europea, y la situación socioeconómica
manifestaba evidentes desigualdades regionales y
sectoriales.

b) El proceso de descentralización territorial
que tiene lugar durante los años 80 y por el que las
Comunidades Autónomas asumen paulatinamente competencias
en servicios públicos hasta entonces provistos
únicamente por la Administración Central. Esta
descentralización revierte en una mejora de los servicios
y en la potenciación de factores como la identidad y la
participación aunque, al mismo tiempo, da lugar a nuevas
desigualdades y tensiones territoriales.

c) La incorporación de España a la
entonces C.E.E., que aporta modelos de desarrollo, iniciativas y
ayudas financieras básicas para la expansión del
desarrollo local. El resultado es un modelo de
intervención cuyas primeras experiencias reconocidas como
tales son las Iniciativas Locales de Empleo (ILE) y que tiene
como objetivo fundamental la evolución social y
económica del territorio en el que se
desarrolla.

Al abrigo de las directrices y ayudas comunitarias, y
con el impulso continuado de las administraciones locales y
regionales, el desarrollo local se ha consolidado en toda la
geografía española y ha evolucionado desde modelos
de intervención asistencialistas a modelos participativos
y de desarrollo sostenible, por lo que actualmente para incidir
es necesario tener en cuenta la realidad interna de cada
territorio y las tendencias que se manifiestan en su entorno, y
ello para establecer una estrategia de actuación con el
objetivo de definir un determinado modelo económico,
social y territorial, que permita conseguir por una parte, el
incremento del nivel de calidad de vida y la mejora del bienestar
de la población; y, por otra parte, capacidades
competitivas para la ciudad.

El desarrollo local requiere ciertas acciones
básicas para impulsarlo:

  • Conocimiento de las características de la
    realidad local (debilidades y fortalezas) y de las tendencias
    de su entorno (amenazas y oportunidades).

  • Generar un proceso de concertación y
    cooperación entre los sectores público y
    privado.

  • Sensibilización, disposición y
    compromiso en iniciar el proceso de desarrollo por parte de
    los principales agentes implicados en la gestión del
    territorio.

  • El Gobierno local debe liderar el proceso de
    desarrollo.

  • Planificación concertada y participativa de
    las estrategias, políticas y acciones orientadas al
    desarrollo local.

  • El desarrollo local debe tener en cuenta las
    tendencias y los cambios que se manifiestan en el entorno de
    las ciudades, pueblos, aldeas y caserios y que hacen
    referencia a una serie de condicionantes en diversos
    ámbitos: economía, sociedad, tecnología,
    demografía, territorio, medio ambiente, cultura,
    política, educación, sanidad, etc.

  • Las fuerzas que promueven el cambio suelen consistir
    en una oportunidad que se desea aprovechar por parte de la
    ciudad, o en una reacción ante una amenaza o problema
    que se ha detectado y que se pretende solucionar.

1. 3 La Nueva Base Conceptual del Desarrollo da Lugar
a Nuevos Enfoques y Espacios Laborales.

Luego de décadas de interpretar el desarrollo
territorial a partir de la asignación centralizada y
exógena de los factores productivos, hoy tiende a ser
entendido como un conjunto de capacidades generadas
endógenamente en cada territorio local (ciudades,
áreas metropolitanas, regiones urbano-rurales o
rurales
). Tales capacidades están ligadas a la calidad
de los recursos humanos, la capacidad organizativa y de
articulación público-privada, la innovación
de las empresas e instituciones locales, donde los impulsos
exógenos se incorporan a un territorio que mayor provecho
obtendrá cuanto más organizado se encuentre, con
una estructura de relaciones establecidas y
consolidadas.

De este modo, cobran vigencia aproximaciones
teóricas y experiencias prácticas que promueven el
conocimiento local y la vinculación entre empresas, entre
sistema productivo y sistema tecnológico y
científico y que permiten superar otras visiones
reduccionistas sobre la capacidad innovadora de lo
local.

Como la matriz decisional del desarrollo ya no puede ser
controlada sólo por mecanismos estatales (la
planificación tradicional), ni puede ser librada
sólo a mecanismos de mercado (asignación de
recursos económicos sin consideraciones institucionales y
sociales), es necesario recurrir a políticas que fomenten
la participación de la sociedad local en el proceso de
desarrollo territorial y enmarquen el funcionamiento del sistema
económico en un entorno cultural e institucional que
favorezca su desempeño.

Esta perspectiva se inscribe en un paradigma relacional
de conocimiento (Pérez Lindo, 1998), que supera la rigidez
de enfoques centrados en los aspectos estructurales que
condicionan el comportamiento de las personas y entiende a las
sociedades locales como sistemas dinámicos complejos.
Dicho paradigma se construye a partir del diálogo de
disciplinas de conocimiento, del encuentro de saberes
(técnicos, políticos, contextuales), de la
articulación entre actores (de Estado, de mercado, de
sociedad civil), de la coordinación de políticas.
Es un pensamiento alternativo al fundamentalismo del capital y a
perspectivas estado-céntricas, predominantes durante
décadas para la comprensión y gestión de los
procesos de desarrollo territorial.

Desde este punto de vista, el desarrollo de una sociedad
pasa a ser resultado del esfuerzo organizativo e institucional
del conjunto de la sociedad y no sólo del correcto
desempeño de los mercados. El desarrollo como resultado de
un continuo conjunto de interacciones, negociaciones, coaliciones
y contratos entre individuos y organizaciones que compiten para
lograr sus objetivos, de tomas de posición y de intereses
no necesariamente armónicos, aunque sí factibles de
ser integrados en un proyecto político común
(Madoery, 2000). El paradigma relacional plantea una centralidad
de la política.

Es una interpretación que avala la diversidad de
modelos territoriales de desarrollo y remite a las pautas
fundamentales sobre las que se estructura cada sociedad, al rol
que juegan los actores y los procesos de interacción
social.

Las interpretaciones y acciones orientadas al desarrollo
territorial, han transitado por diferentes etapas que
establecieron estilos de políticas predominantes, espacios
de intervención preferentes, tipos de planificación
del desarrollo y, consecuentemente, han requerido perfiles
determinados de agentes de desarrollo. Es decir, de personas con
capacidades requeridas para impulsar las políticas de
desarrollo vigentes en cada momento.

Los perfiles de agentes de desarrollo requeridos, han
ido cambiando de acuerdo a los tipos de políticas de
desarrollo y las estrategias predominantes. La evolución
de los perfiles de agentes de desarrollo, no implica que una
capacidad requerida vaya reemplazando a otra, sino que se van
agregando, adicionando, convirtiendo en más integral el
perfil de agente de desarrollo y, por ende, más compleja
su formación. Ello obliga a una constante búsqueda
de innovaciones en la calificación de esos agentes, para
que desplieguen no sólo las capacidades técnicas y
diagnósticas, sino capacidades relacionales y de
acción estratégica.

Naturalmente, este esquema no significa que todas y cada
una de las personas con actuación territorial presenten
estos perfiles, sino que cada territorio, para fortalecer sus
capacidades de desarrollo, debe contar con este tipo de perfiles.
Y allí es donde surge el desafío para los
territorios locales de implementar mecanismos propios, a
medida,
de formación de agentes, en sintonía
pero a la vez complementando, los programas oficiales de
educación.

El agente de
desarrollo local. Sus conocimientos y funciones

Girardo, Madoery, O, (2006), insiste en que la
formación de agentes de desarrollo tiene una perspectiva
endógena como consecuencia de las transformaciones
globales y los procesos de cambio estructural y reforma del
Estado de las últimas décadas, que dal lugar a
nuevas fórmulas de acción y conocimiento
contextualizadas en las áreas urbanas y
rurales.

Estas transformaciones implican una serie de
consecuencias que afectan el concepto de territorio, al tiempo
que permiten nuevas interpretaciones en la noción de
desarrollo. A su vez, plantean una demanda creciente de recursos
humanos capacitados para llevar adelante, entre otras, funciones
de articulación inter-institucional, planificación
y gestión local, análisis regional y
dinamización de los sistemas productivos y
tecnológicos territoriales.

Tanto las administraciones públicas locales,
regionales y también nacionales, como las empresas e
instituciones económicas de base territorial
(cámaras empresarias, centros de empresas, bancos
regionales, mutuales), los sindicatos de trabajadores y las
organizaciones de la sociedad civil, enfrentan desafíos de
entrenamiento y capacitación en sus plantillas de personal
que es preciso satisfacer a través de innovaciones en los
sistemas de enseñanza y en las propuestas
pedagógicas.

La formación para el desarrollo endógeno
busca adaptarse a esta nueva realidad, presentando importantes
adaptaciones y avances, tanto en la organización de la
enseñanza, como en la educación no formal, a partir
de mejores vinculaciones entre las organizaciones educativas, el
sector público, el medio empresarial y organizaciones de
la sociedad civil.

Girardo , C. (2006), explica que si bien, los actores
y/o agentes se definen por la escena en donde actúan y por
su ubicación en el escenario social (municipio,
universidad, empresa, organizaciones, etc.) el agente de
desarrollo local propiamente dicho, ADL, está ligado al
sentido de la acción, en función de determinados
objetivos (Arocena, 1995, Touraine, 1997, Madoery, 2001).
Funcionarios de la administración pública,
profesores universitarios, estudiantes, dirigentes
políticos, empresarios, emprendedores, entre otros
constituyen los agentes de Desarrollo Local de un territorio
determinado.

Es desde esta perspectiva que se enmarca al agente de
desarrollo local como algo más que un mediador, un
articulador o un integrador, ya que como agente: es
aquél que expresa incidencia y compromiso sobre el proceso
de desarrollo territorial, más allá de su
inserción territorial
. Se define, como indicamos
anteriormente, por el sistema de la acción,
reflexión, acción. Es tanto un analista (capacidad
diagnóstica), como un activista (capacidad de
acción). Son personas cuyos comportamientos permiten una
elevada influencia sobre la dirección, modalidad y
naturaleza del desarrollo del territorio
. Así los
agentes desarrollan sus actividades a partir de ciertas actitudes
aprendidas profesionalmente y de otras recuperadas de sus propios
conocimientos adquiridos tácitamente.

Entre las muchas actividades que compiten al agente de
desarrollo local podemos enunciar una serie de acciones tales
como inventariar recursos locales para el desarrollo, movilizar
para crear sinergias de recursos, apoyar iniciativas que
provoquen desarrollo, promover alianzas entre actores, apoyar la
constitución de nuevas organizaciones, apoyar la toma de
decisiones, promover redes, traducir en proyectos iniciativas
locales, entre otras muchas más. Los conocimientos (saber
ser, saber hacer y saber conocer, saber aprender y saber
convivir) que debe aprehender están relacionados con estas
actividades.

Se concluye por tanto que el trabajo de este profesional
es de tipo generalista, y no está atado a una disciplina
en especial, ya que se alimenta de distintas aspectos
multidisciplinarios los que tiene que buscar, aprehender,
investigar, autoformar dentro de su realidad, pero en el marco
global de hoy, o bien apoyar mediante programas de
formación a los futuros agentes de desarrollo local, para
contribuir a que sean personas con aptitudes y conocimientos
específicos (endógenos) y generales
(exógenos) a fin de que estén en capacidad de
llevar a cabo funciones de dinamización y animación
económica y social, estimulando el conocimiento,
organizando el potencial de desarrollo local, promoviendo el
asociacionismo, la auto-organización y el cambio cultural
de un territorio y sus actores

2.1 El Agente de Desarrollo Local Como Sujeto del
Desarrollo Endógeno. El Perfil Actitudinal

Los actores y/o agentes sociales se desenvuelven en
situaciones de acción, con medios y fines diferenciados,
que contribuyen a conservar o a transformar la estructura
económica, a modificar las reglas de juegos, a hacer
predominar sus interpretaciones. Son participantes activos que
procesan información y formulan estrategias en su
relación tanto con otros actores locales, como con
personas e instituciones de "fuera" de lo local.

El hecho que la acción esté enraizada
dentro de estructuras institucionales y procesos macro, no
implica que las elecciones de comportamiento sean reemplazadas
por una rutina inmodificable, sino que éstos son capaces
de formular decisiones, actuar en base a ellas e innovar o
experimentar.

Por lo tanto, el sujeto del desarrollo endógeno
es un mediador, una figura capaz de observar, analizar,
comprender y traducir tanto las lógicas y racionalidades
de los otros agentes (políticos, funcionarios,
empresarios, sindicalistas, actores sociales, etc.), incorporar
propuestas de concertación y de ofrecer el diseño
de las actuaciones necesarias.

También es un emprendedor territorial, con
capacidad de intervenir (con instrumentos más
específicos, visión más amplia e
interpretaciones no convencionales), sobre los principales
aspectos gestionales y con capacidad de gobernar el
sistema de instituciones públicas y sectoriales
característico de cada territorio local.

Se trata de personas cuyos comportamientos permitan una
elevada influencia sobre la dirección, sobre la modalidad
y sobre la naturaleza del desarrollo del territorio, sean en su
rol de dirigente político, emprendedor o de manager, de
profesores, de funcionario de la administración
pública, de profesional con actuación regional, de
trabajador, etc.

Como característica transversal, está su
capacidad de generar conocimiento pertinente, contextual,
relacional. En síntesis, el agente de desarrollo local es
aquél que expresa incidencia y compromiso sobre el proceso
de desarrollo territorial, más allá de su
inserción sectorial.

Por lo tanto, el desarrollo endógeno necesita ser
interpretado como un proceso de aprendizaje abierto, colectivo,
de base territorial y de comunicación, de
negociación y concertación entre diferentes agentes
orientado al cambio cultural. Las mejores prácticas
internacionales reconocidas al respecto, han resuelto aquellos
dilemas a partir de lógicas sencillas, pero efectivas,
señalando la existencia de algunos factores clave de
éxito en el rol de ADL:

  • Involucración institucional en las
    políticas educativas y de formación: el
    compromiso de las instituciones públicas y privadas
    involucradas traducido en una participación
    explícita y formalizada, tanto en el diseño
    como en la implementación de los proyectos
    formativos.

  • Visión integrada: que significa tratar
    conjuntamente los temas de la gestión de cada unidad
    productiva o de gestión institucional (sea una
    empresa, una oficina pública, una entidad comunitaria)
    y los temas del funcionamiento del sistema institucional,
    económico y social territorial.

  • Fuerte asentamiento en la realidad local:
    conocimiento profundo del territorio de actuación y
    adecuación de los contenidos adquiridos y las
    actividades de investigación a los perfiles
    regionales.

  • Método de autoaprendizaje y autoconocimiento.
    Por otra parte orientación al resto de actores hacia
    los programas basados en la didáctica activa y
    proyectos de campo en las instituciones
    regionales.

  • Profesionalismo ante los equipos directivos y de
    coordinación como responsables de la
    relación con instituciones, docentes, alumnos y
    empresas y perfiles docentes con fuerte formación
    académica, experiencia en el mundo de la empresa y
    práctica de gestión pública e
    institucional.

  • Un agente capaz de interrelacionar con su hacer, los
    objetivos centrales de los programas de las diferentes
    entidades de manera que contribuya con su accionar a
    articular el sistema productivo, el sistema educativo y
    tecnológico y el sistema institucional de la
    región, a partir de la realización de
    múltiples actividades de capacitación,
    investigación y vinculación empresaria,
    promoviendo además la difusión y
    creación de conocimientos explícitos y
    tácitos, para ayudar a los beneficiarios a transformar
    su realidad, reconvertir y dinamizar el tejido productivo
    regional. Y poner a disposición de los sistemas
    productivos, sociales y de gobierno territoriales personas
    capaces de entender y anticipar los cambios necesarios para
    reconfigurarlo y fortalecerlo, así como anticipar las
    demandas futuras de calificación que las instituciones
    públicas y privadas van a presentar.

  • Conocer el entramado institucional y el contexto
    jurídico-normativo territorial. Esto es así
    toda vez que las racionalidades económicas y sociales,
    se encuentran arraigadas en contextos culturales,
    valóricos e institucionales y las opciones
    estratégicas que adoptan los actores y las sociedades
    locales dependen de la orientación de ese
    contexto.

  • Adecuar sus contenidos curriculares y los ajenos,a
    los perfiles de cada territorio de actuación e
    incidencia institucional, académica, profesional y
    tecnológica

  • Incorporar fórmulas de aprendizaje activo:
    como reconocimiento de la importancia del "saber aplicado" a
    través de prácticas organizacionales,
    institucionales y estratégicas de los agentes
    económicos.

  • Didácticas en campo o proyectos en empresas:
    actividades que permitan adiestrar a los beneficiarios "en el
    campo", y en la producción de nuevos conocimientos.
    Fórmulas donde otros actores sean estimulados a
    ejercitar su espíritu de iniciativa y de
    responsabilidad en el desarrollo de investigación del
    grupo sobre problemas económicos, sociales,
    institucionales; la solución de problemáticas
    empresaria e institucionales concretas con "trabajos" en la
    unidad de referencia; el check up de empresas; la
    realización de estudios de factibilidad,
    etc

  • Prácticas coloquiales: que permitan estimular
    el surgimiento de un clima de mayor confianza y asociatividad
    entre el sector público y privado, basado precisamente
    en un conocimiento común y una capacidad de
    comunicación, orientada a producir un proyecto
    político de desarrollo para la región de
    referencia.

  • En el ámbito de la formación,
    implementar una currícula por competencias: esto es,
    de saber aplicado a las realidades sectoriales y
    territoriales. Desde las competencias básicas
    necesarias para que los sistemas productivos locales se
    puedan insertar en los nuevos marcos del funcionamiento de la
    economía nacional, regional y mundial, pasando por las
    competencias de gestión, hasta las competencias
    sectoriales y funcionales específicas de cada
    territorio de actuación.

  • Es de definir como competencias
    básicas
    : aquellas que todo trabajador
    debería dominar cualquiera sea su tarea concretas. En
    el sistema productivo, estas prácticas permiten lograr
    el paso efectivo de lo abstracto, que es el de las propias
    ideas sobre las cosas, al ámbito concreto del espacio
    productivo integrado por máquinas y seres humanos.
    Además, permiten identificar los elementos centrales y
    los problemas del proceso de trabajo en el que el individuo
    está inmerso; y como uso colectivo permite acrecentar
    solidaridades e identidades grupales, que permitan al grupo
    percibirse como unidad de producción. Por
    último, como uso comunicativo, permite incrementar
    capacidades dialógicas, de expresión y
    adquisición de nuevos conocimientos.

  • Se debe entender como competencias de
    gestión:
    las que se refieren a la acción de
    las personas, de sus interacciones y de sus comunicaciones:
    uso de recursos: identificar, organizar, proyectar y asignar
    recursos diversos. Interacción y comunicación:
    trabajar y cooperar con otros. Información:
    adquisición y utilización reflexiva de datos.
    Entendimientos de sistemas: entender las interrelaciones
    complejas.

  • Las Competencias sectoriales, funcionales:
    son aquellas vinculadas a procesos y prácticas
    medulares en las especializaciones productivas territoriales.
    Diversificar el alcance de la oferta de formación:
    involucrando a las instituciones educativas no sólo en
    alternativas de formación continua (cursos,
    seminarios, programas de especialización), sino en
    programas de reentrenamiento y especialización
    laboral, asistencia técnica a empresas,
    pasantías, generación de información
    territorial pertinente, conexión con redes,
    animación de la población local, para generar
    innovaciones aptitudinales, organizativas y
    tecnológicas, convenios de colaboración y apoyo
    técnico, realización de estudios e
    investigaciones, programas de apoyo institucional,
    etc.

  • Otra competencias necesaria es la
    adaptación continua de estos profesionales a las
    circunstancias cambiantes y el carácter innovador de
    la actividad que realizan
    . De aquí que la
    formación que poseen los Agentes de Desarrollo Local y
    los profesionales afines provenga sobre todo de tres
    vías diferenciadas: la formación reglada, las
    experiencias y la formación ocupacional y
    continua.

2.2 Características Imprescindibles en el
Perfil de los Agentes de Desarrollo Local

Además de las anteriores
habilidades, competencias, destrezas y capacidades, hay algunas
que son esenciales al ejercer el papel de ADL en una
comunidad.

  • Líderes institucionales para el
    cambio
    : personas con aptitudes y conocimientos
    específicos para desenvolverse en ámbitos
    locales y regionales, tanto del sector público,
    privado o no gubernamental, capaces de conducir y guiar el
    proceso de cambio socio-cultural; conciencia de sus
    responsabilidades no sólo sobre su institución
    de pertenencia, sino sobre el sistema institucional
    territorial. Estos agentes llevan a cabo funciones de
    animación económica y social
    (estimulando el conocimiento, organizando el potencial de
    desarrollo local, promoviendo el asociacionismo, la
    autoorganización y el cambio cultural) y de
    promoción de iniciativas de desarrollo y proyectos
    de creación de riqueza y empleo en la economía
    local y regional
    (identificando, sistematizando,
    evaluando y acompañando proyectos individuales y
    colectivos).

  • Emprendedores: personas capaces de asumir
    decisiones en contextos de incertidumbre, riesgo o carencia
    de información. La actividad emprendedora, consiste en
    definir proyectos, combinar factores para ejecutarlos y de
    asumir los riesgos productivos, económicos y
    financieros. Por eso, el emprendedor tiene responsabilidad
    sobre su empresa, sus colaboradores y sobre el sistema
    económico y la sociedad de la que forma
    parte.

  • Operadores territoriales: como se ha
    mencionado antes, deben ser personas capaces de
    desempeñarse en las competencias básicas, de
    gestión, funcionales y sectoriales del sistema
    productivo regional. En condiciones de utilizar y
    desempeñarse tanto en las técnicas de
    producción y de organización de la empresa y en
    la actividad comunitaria, con capacidad creativa y
    versatilidad.

  • Proximidad El desarrollo endógeno es
    parte de un paradigma relacional de interpretación de
    los procesos sociales, que en contra del conocimiento
    compartimentado, propone un encuentro de saberes como
    fundamento del conocimiento, una articulación de
    actores como fundamento de la acción social y 
    una coordinación de políticas como fundamento
    de la gestión orientada al desarrollo. La idea de
    proximidad de los agentes hace referencia
    , desde el punto
    de vista  económico, a diversos fenómenos:
    la transmisión no mercantil de ciertos costos y
    beneficios, la difusión de las innovaciones, el uso
    compartido de las infraestructuras, las vinculaciones hacia
    adelante y hacia atrás en las cadenas productivas,
    fenómenos que favorecen los rendimientos crecientes a
    escala y la reducción de costos de transacción
    que se deben a la organización del sistema productivo
    local. Desde un punto de vista social y
    axiológico
    , la proximidad remite al valor de
    la  confianza, fundamento de la interacción y el
    compromiso. Desde el punto de vista del conocimiento,
    la proximidad favorece procesos de aprendizaje de
    carácter colectivo en el que participan los decisores,
    técnicos y trabajadores, en colaboración con
    otros actores territoriales. Junto a un conocimiento
    codificado, por ende global, se valoriza un conocimiento
    contextual,  relacional, por ende, territorial. Por
    último, desde un punto de vista político
    institucional
    , la proximidad refiere al establecimiento
    de reglas de juego y la generación de incentivos
    orientados al consenso y los acuerdos.

Para finalizar este apartado, los expertos afirman que
para ejercer el rol de Agente de Desarrollo Local este debe la
comprender, asimilar y acomodar el concepto de la
necesidad
de una nueva cultura del desarrollo a partir de
la incorporación de conocimientos, habilidades, actitudes
y destrezas en todos los niveles de participación y
decisión local, para promover innovaciones generalizadas
en el territorio.

Si en el escenario actual, las concepciones y las
políticas de desarrollo territorial van cambiando, es
necesario que los sujetos responsables de llevar a cabo esos
cambios estén preparados y tambien que asuman y se sumen
al cambio. Trabajar en y para el desarrollo endógeno es
generar nuevas capacidades de desarrollo en las personas de cada
territorio. Se trata, en definitiva, de reforzar la capacidad de
reacción y de innovación sobre toda la esfera
productiva, sociocultural y politico-admnistrativa y a nivel del
sistema de las instituciones; y de multiplicar los ejemplos de
excelencia organizativa y de gestión tanto interna como
externa a cada sistema productivo, social y de gobierno
territorial, a modo de consolidar procesos de desarrollo
endógeno.

  • El Perfil Académico e Intelectual del
    Agente de Desarrollo Local Desde la Praxis.

En este apartado, se menciona lo expuesto por Barbero L.
(1992) quien visualiza al Agente de Desarrollo Local: "como un
operador público o privado al servicio de la
población, que promueve, organiza y elabora a nivel
territorial operaciones integradas de desarrollo local de las que
son protagonistas las instituciones, las fuerzas técnicas,
sociales y empresariales" .

Desde esta óptica al Agente de Desarrollo Local,
desde su hacer, se le concibe como uno más de los actores
implicados directa y específicamente en la acción
sobre el territorio, donde asume la gestión del proceso
desde una perspectiva profesional. Es el técnico que
coordina a los demás agentes sociales en la
formulación de la estrategia de desarrollo local a seguir,
asesorando sobre las opciones y sus posibilidades para, una vez
adoptada, gestionar su implementación y analizar los
resultados de cara a la reformulación de
soluciones.

Fuentes, M. (2008)[1], Agente de
Desarrollo Local español, desde la práctica nos
explica que, partiendo de la actual situación tras el
traspaso de las políticas activas de empleo al gobierno
autonómico y el surgir de nuevas estructuras de
desarrollo, orientación y empleo, así como de
profesionales que se dedican a estas materias, es oportuno
reflexionar sobre el perfil académico e intelectual que
debe tener el profesional que se dedica ejercer como Agente de
Desarrollo Local, por lo que dejando a un lado las posibles
definiciones más o menos oficiales, nos ofrece desde la
praxis diaria
los conocimientos conceptuales y
procedimentales que debe poseer el ADL, aspectos que enriquecen y
complementan con lo antes expuesto antes en torno a este
tema:

Para iniciar, Fuentes, afirma que las titulaciones
académicas que favorecen el ejercicio de esta labor,
están relacionadas con las Ciencias Sociales y/o
Jurídicas como las siguientes especialidades:
Económicas, Administración de Empresas, Derecho,
Psicología, Pedagogía, Sociología,
Antropología, Ciencias Políticas, Geografía,
Ciencias del Trabajo, Trabajo Social, Magisterio, Empresariales o
Graduado Social.

Sin embargo, aunque se cuente con cualquiera de las
anteriores titulaciones, es importante que este profesional
domine o por lo menos conozca una serie de materias que le pueden
servir para el desarrollo de sus tareas profesionales en momentos
concretos, más que enmarcarse en unos aspectos
relacionados con su titulación académica, por lo
que de manera no formal o autodidáctica es conveniente que
el ADL adquiera:

a) Conocimientos económicos: para la
realización de diagnósticos del territorio,
así como de planes de actuación y presupuesto,
además de hacerse necesario poseer conocimientos de
estadística descriptiva, conocimientos de los sectores
productivos, de política económica,
elaboración de análisis e interpretación de
datos, habilidad para maximizar los recursos existentes,
así como planificación y realización de
programas.b) Conocimientos de gestión empresarial. Una de
las principales personas usuarias que acuden a las agencias de
desarrollo local son las personas emprendedoras y empresarias que
quieren modernizar o ampliar sus negocios. Por todo ello, para
ayudar a estas personas se hace necesario, que el ADL posea
conocimientos sobre planes de empresa, de marketing, de
modernización, de comercio exterior, de recursos humanos y
de gestión financiera. Además, en las
políticas de empleo también se hace necesario tener
habilidades para realizar una buena intermediación laboral
y por ende la prospección de empresas, así como un
trato con el empresariado que sirva para detectar sus necesidades
de personal.

c) Conocimientos jurídicos. Es decir que se hace
necesario que el ADL tenga conocimientos de derecho
administrativo, para la elaboración e
interpretación de programas de ayudas, para el mejor
entendimiento de las convocatorias de programas, así como
para la contratación de proveedores públicos. Por
otra parte, para el fomento del autoempleo y la
modernización empresarial, es muy importante que tener
conocimientos en derecho mercantil, civil patrimonial, financiero
y fiscal. Además de lo expuesto, el ADL trabaja para el
fomento del empleo por lo que hay que tener una sólida
base de derecho laboral, y si se trabaja en desarrollo, es
conveniente conocer aspectos relacionados con el derecho
urbanístico, sobre todo en lo relacionado con suelo
industrial y la interpretación de los Plan General de
Ordenación Urbana. (PGOU)

d) Conocimientos psicológicos. La
orientación profesional es una de las bases del desarrollo
local. Para un mejor desenvolvimiento en las tareas relacionadas
con la ayuda a las personas desempleadas para fijar su objetivo
profesional, y a adquirir o gestionar sus habilidades sociales y
laborales, así como del reforzamiento del espíritu
emprendedor en el autoempleo, se hacen necesarios conocimientos
psicológicos que incrementen el empoderamiento y la
empleabilidad de estas personas usuarias de las agencias de
desarrollo local.

e) Conocimientos de intervención
social. Cada vez más y así lo marcan tanto la
Estrategia Europea de Empleo, como el Plan Nacional de Empleo,
las políticas de empleo deben de tener entre sus
máximas, la lucha contra la exclusión social. Todas
las personas desempleadas no son iguales y necesitan un
tratamiento diferencial, aunque algunas pertenecen a ciertos
grupos con características psicosociales comunes como
jóvenes, mayores de 40 años, parados y paradas de
larga duración, familias monoparentales, inmigrantes,
minorías étnicas, exdrogodependientes, los
pertenecientes a Zonas de Transformación Social, ex
reclusos, etc. Por todo ello, es necesario un trabajo conjunto
con los servicios sociales así como un conocimiento de los
recursos sociales existentes y un equilibrio entre las
políticas pasivas y activas de empleo.f) Conocimientos
pedagógicos. La formación es otro de los pilares
básicos tanto de las políticas de fomento del
empleo como de promoción económica. Para el
establecimiento e interpretación de los perfiles
profesionales, planes formativos, formación continua,
profesional, ocupacional, talleres de empleo y escuelas taller,
son necesarios tener conocimientos y actitudes
pedagógicas.

g) Conocimientos de género. Desgraciadamente el
desempleo tiene rostro mayormente femenino. Por todo ello hay que
tener claros y aplicar los conceptos de discriminación
positiva tanto en la planificación, ejecución, como
en la evaluación de los programas y acciones.

h) Conocimientos tecnológicos. El manejo de las
tecnologías de la información y la
comunicación, así como el conocimiento de ciertos
procedimientos claves en actividades productivas representativas
en el ámbito en el que se actúe, así como de
gestión medioambiental, son otros aspectos que tampoco
vienen mal al agente de desarrollo local.

i) Conocimientos de idiomas para el trabajo
conjunto en los programas transnacionales y de comercio exterior,
o de participación social.

j.)Pero además de esta formación
académica inicial es necesaria una la formación
complementaria susceptible de acreditación,
valorándose en este cargo sobre todo, la experiencia
adquirida en la gestión de proyectos de
desarrollo.

Por último, hay que tener en cuenta que
más que aptitudes, para este trabajo se hacen necesario
sobre todo actitudes y mucha vocación en lo que se
está haciendo, sobre todo para moverse en un entorno
laboral caracterizado por la inestabilidad laboral, en ocasiones
la falta de definición de tareas y unas selecciones de
personal donde pueden intervenir aspectos subjetivos. Por eso,
partiendo del componente vocacional, según Fuentes, el
Agente de Desarrollo Local deber ser versátil y conocer
primero someramente y luego profundizar según se necesite,
los aspectos anteriormente mencionados principalmente a
través de su propia iniciativa y autónoma, puesto
que la formación reglada y no reglada que existe
actualmente o está especializada en exceso en algún
ámbito concreto o esta basada en aspectos fundamentalmente
teóricos.

Cuadro No. 1

Perspectiva Horizontal del
Concepto y Perfil del Agente de Desarrollo Local al Siglo
21

Perfil de ADL requerido

1960-1970

1980-1990

2000 a la fecha

Política de
Desarrollo

Centralizada del Desarrollo
Regional

Adecuación de la Ciudad a la
Globalización y la Liberalización de la
Economía

Territorio Local como Sistema
Dinámico Complejo

Estrategia Predominante

Polos Regionales de
Desarrollo

Fortalecimiento institucional de
gestión local y Desarrollo Local
competitivo

Desarrollo Endógeno

Tipo de
Planificación

Normativa Centralizada
exógena

Participativa

Estratégica

Perfil del Agente de
Desarrollo

Capacidad Técnica

Capacidad diagnóstica y
relacional

Capacidad, técnica,
diagnóstico y relacional,
estratégica

Fuente (Madoery, 2008)

El desarrollo local:
ámbitos de actuación , sociedad, agentes y
actores

3.1 La Posición de los Agentes de Desarrollo
en la Sociedad Local

Madoery (2008), insiste en que, la noción de
DESARROLLO está cambiando y esto representa un nuevo
desafío ya que estamos transitando de una
concepción del desarrollo como algo adquirido por un
territorio, a través de la dotación de capital
físico, conocimiento, recursos, hacia una
concepción del desarrollo como algo generado a partir de
las capacidades de los actores locales.

La sociedad local es otro concepto central del nuevo
concepto y Eenfoque del Desarrollo (Endógeno). Arocena
(1995) sostiene que para que exista sociedad local, deben darse
al menos dos condiciones: una de naturaleza
socio-económica-política y otra de naturaleza
cultural. La condición socio-económica da cuenta de
la existencia de un sistema de actores cuyas relaciones se
construyen y se reconstruyen en base a condicionantes de
naturaleza local; la gestión del excedente generado
localmente es controlada por ese sistema de actores y esta
regulado o/y impulsado en torno a políticas establecidas.
La condición cultural hace referencia a la existencia de
un conjunto humano que pertenece a un territorio, que se
identifica con su historia y que muestra rasgos culturales
comunes expresados en una identidad colectiva.

Como la sociedad es heterogénea y desigual, los
resultados de los procesos de acumulación, mirados en su
individualidad, tienden a distribuirse también
desigualmente consolidando las diferencias.

Es por esto que el ADL, al hablar del desarrollo
endógeno debe saber que, hay otros componentes,
además de la acumulación, que garantizan la
distribución y reproducción de la sociedad, con lo
cual este agente, ubica su hacer dentro de la sociedad local, no
sólo en la contribución de eficiencia
económica, sino también en la búsqueda de
una equidad social y equilibrio territorial y ambiental
(Cotorruelo, 2001).

Este hacer lo realiza mediante relación directa
con actores/agentes locales, sean estos e individuos, grupos u
organizaciones
, que desempeñan un rol en la
sociedad local
, como por ej: el gobierno local, las empresas
públicas, las agencias del gobierno central y
provincial,  (quienes son actores de índole
político-institucional)
o como la microempresa y el
artesanado, la pequeña y mediana empresa, la gran empresa
(que son actores de mercado) así como con las comisiones
vecinales, las organizaciones de voluntarios, las iglesias, los
comités políticos, las organizaciones no
gubernamentales, (definidos como los actores sociales) (Arocena,
1995).

Es en su espacio profesional y en este status es que el
ADL ocupa en el terreno de la acción, un lugar el campo
político, económico, social y cultural, llevando un
rol de portador de propuestas que tiendan a capitalizar mejor
las potencialidades locales
.

Es por eso que se insiste en lo que ya ha afirmado que
El Agente de Desarrollo Local es un mediador, capaz de
observar, analizar, comprender y traducir las lógicas y
racionalidades de los otros agentes/actores, incorporar
propuestas de concertación y de ofrecer el diseño
de las actuaciones necesarias. Es también un emprendedor
territorial: con capacidad de intervenir  sobre los
principales aspectos gestionales, tanto en la  empresa como
en las instituciones públicas y sectoriales, y con
capacidad de gobernar el sistema de instituciones
característico de un modelo de desarrollo que adecue la
economía territorial a las exigencias del
contexto.

Los agentes de desarrollo son  portadores,
gestionadores e impulsadores de proyectos de cambio que expresan
incidencia y compromiso sobre el proceso de desarrollo
territorial, más allá de su inserción
sectorial  e independientemente de su residencia.

Es tanto un analista (capacidad diagnóstica),
como un activista (capacidad de acción). Son personas
cuyos comportamientos permitan una elevada influencia sobre la
dirección, sobre la modalidad y sobre la naturaleza del
desarrollo del territorio, ya sean en su rol de dirigentes
políticos, emprendedor o de manager, de profesores, de
funcionarios de la administración pública, de
profesionales con actuación regional, etc.

3.1 Ámbitos de
actuación

De Acuerdo Al Estudio De Necesidades De
Formación De Agentes De Desarrollo Local Y Figuras
Profesionales Afines. (FOREM, 1999)[2] las
acciones de desarrollo local se llevan a cabo desde distintos
ámbitos geográficos e institucionales: existen
sobre todo experiencias municipales, de estricto ámbito
local, pero también hay proyectos y estructuras que cubren
territorios supramunicipales como los llevados a cabo por las
Mancomunidades de Municipios y otras estructuras de ámbito
comarcal o regional, las actuaciones de desarrollo provinciales y
las promovidas por las comunidades autónomas. Atendiendo
al tipo de territorio en el que se desarrollan las intervenciones
de desarrollo es importante distinguir entre el ámbito
urbano y el rural, ya que las necesidades de desarrollo de ambos
son tan diferentes como su situación
socioeconómica, lo que sin duda condiciona el
carácter de las actuaciones acometidas.

a. El desarrollo local en el ámbito
rural

En 1988 la Comisión de las Comunidades Europeas
desarrolló un informe que, bajo el título de "El
futuro del mundo rural" recogía orientaciones y medidas
encaminadas a promover el desarrollo de este medio que,
según la Comisión, "implica algo más que una
delimitación geográfica. Implica todo un tejido
económico y social comprendiendo un conjunto de
actividades diversas: agricultura, artesanía,
pequeñas y medianas empresas, industrias, comercios y
servicios; y como espacio de regeneración se ha convertido
en espacio indispensable para el equilibrio ecológico, y
cada día es más un lugar de acogida privilegiada
para el descanso y el recreo".

Las raíces, en cambio, hay que buscarlas
posiblemente en la directiva comunitaria del año 1975
sobre agricultura de montaña y zonas desfavorecidas, y en
la ley y el real decreto que se dictaron en España a este
respecto en los años 1982 y 1984. A partir de aquí
surgen los Programas de Ordenación y Promoción de
los Recursos Agrarios de Montaña (PROPROM) que en muchos
casos fueron el caldo de cultivo de algunos de los actuales
programas de desarrollo rural.

Tampoco hay que olvidar las experiencias y lecciones que
han ofrecido al desarrollo rural de hoy en día iniciativas
tales como el Centro Cultural "ALMANZOR", en el Barco de
Ávila, el programa Cultura campo, en numerosas comarcas de
toda la geografía española, y otras iniciativas
surgidas al amparo de organizaciones como
Cáritas.

La importancia del ámbito rural en
términos demográficos es relativamente baja, ya que
los municipios considerados rurales (con menos de 2.000
habitantes) no llegan a concentrar al 8% de la población y
los semirurales (entre 2.000 y 10.000 habitantes) suponen entorno
a un 17%. La población, sin embargo, no es la única
variable determinante de las características que definen
este ámbito, ni de sus necesidades particulares en
términos de desarrollo. De hecho, la mayor parte de las
investigaciones al respecto ponen de manifiesto las grandes
diferencias existentes en el mundo rural en función de su
localización geográfica, de la proximidad a grandes
núcleos urbanos y, en general, de aquellas variables que
determinan su cultura, su estructura productiva, su capacidad
económica y de gestión, su dotación de
servicios.

La continua reducción de empleo en el sector
primario y en otros subsectores tradicionales de la actividad de
ciertas regiones –como las industrias extractivas en las
cuencas mineras del carbón, por ejemplo–,
contribuyó durante años a una paulatina
emigración de la población joven a núcleos
urbanos y al consiguiente envejecimiento de la población
de estas zonas.

Por eso, muchas de las intervenciones de desarrollo en
este ámbito están encaminadas a apoyar actividades
económicas alternativas de las tradicionales,
básicamente agropecuarias (proyectos de turismo rural, de
comercialización de productos artesanales, etc.). La
formación y el empleo son dos aspectos permanentes en
estos proyectos, con contenidos adaptados a las
características socioeconómicas del medio
rural.

El medio es en sí mismo uno de los objetivos de
la intervención en estas áreas y se observan
numerosas actuaciones dirigidas a preservar o recuperar el
equilibrio ecológico.

Otra línea importante en los programas de
desarrollo rural suele ser el desarrollo comunitario, cuyo
objetivo es fomentar el asociacionismo y la participación
y que frecuentemente se traduce en la creación de
proyectos de economía social.

La creación de estructuras supramunicipales desde
las que abordar los proyectos de desarrollo es frecuente entre
los municipios rurales, que por su reducido tamaño se
encuentran con una carencia de estructuras propias y una mayor
dificultad de acceso a los recursos financieros.

La Iniciativa Comunitaria LEADER ha tenido un papel
fundamental en la creación de este tipo de estructuras. En
la actualidad funcionan en España alrededor de 150 GAL
(Grupos de Acción Local), creados a la sombra de esta
iniciativa, que gestionan todo tipo de proyectos de desarrollo
local y en los que participan distintas administraciones
públicas, entidades sin ánimo de lucro y algunas
empresas privadas. A estos grupos habría que
añadir, en las zonas objetivo 1 de los Fondos
Estructurales, otro centenar de Grupos PRODER, nacidos del
Programa Operativo de Desarrollo y Diversificación
Económica de Zonas Rurales, que les da nombre.

b. El desarrollo local en núcleos urbanos e
industrializados

Más de las tres cuartas partes de la
población española habita en núcleos
urbanos, ya sea en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, o en
las numerosas ciudades medianas y pequeñas repartidas por
toda la geografía.

Los intereses y problemas de estos núcleos
urbanos son diferentes a los del mundo rural. La
tecnología avanzada, la competencia internacional y los
servicios adquieren aquí un protagonismo determinante en
las formas de vida, de trabajo y de ocio de la población,
en la evolución socioeconómica de las
ciudades.

Pero lo que a primera vista podría parecer un
mayor nivel de desarrollo cultural y productivo conlleva
también una serie de problemas sociales y
económicos característicos, cuya aparición
es en muchas ocasiones proporcional al tamaño de la
ciudad: desempleo, pobreza, criminalidad,
contaminación.

Los problemas son tanto sociales como económicos
y ecológicos. En las grandes ciudades las diferencias
producen situaciones de exclusión social y
marginación; la competencia afecta no sólo a las
empresas, sino a las propias ciudades, que se disputan la
atracción de inversiones y actividades productivas; la
distribución urbana, con núcleos de trabajo y otros
residenciales separados, fomenta las diferencias e incrementa
problemas como el tráfico y la contaminación,
etc.

Los núcleos urbanos más pequeños
(entre 10.000 y 50.000 habitantes) comparten las ventajas e
inconvenientes del mundo rural y el urbano, quedando a caballo
entre ambos. La gestión del desarrollo local en el
ámbito urbano se centra en la solución de estos
problemas y la corrección de sus causas, y en la
potenciación de factores endógenos de desarrollo
económico y social, la riqueza artística y
cultural, etc.

El objetivo prioritario de las iniciativas de desarrollo
local ha sido, y aún lo es en la actualidad, combatir el
desempleo, mediante la creación de puestos de trabajo y la
integración en el mercado laboral de determinados grupos
especialmente afectados por el paro.

Otras líneas de actuación importantes se
dirigen a la mejora de la competitividad de las empresas
(calidad, I+D, nuevas tecnologías) y a la
adaptación a la "sociedad de la
información".

Algunos núcleos urbanos se han visto arrastrados
por la tendencia generalizada de elaborar Planes
Estratégicos de desarrollo económico por un efecto
de imitación respecto a otras ciudades más
arriesgadas y pioneras. Este modo de actuar ha producido
numerosas dificultades, como puede ser la ausencia del necesario
consenso político y la falta de asignación de
partidas presupuestarias, que han ido en detrimento de la
consolidación de dichos proyectos de desarrollo
local.

Entidades empleadoras
y lugar en la estructura y su funcionamiento

Los promotores de las iniciativas de desarrollo local
son mayoritariamente entidades públicas, con una presencia
muy significativa de la Administración Pública
Local (ayuntamientos y mancomunidades).

La estructura típica de intervención de
estas entidades es la Agencia de Desarrollo Local, formada por un
equipo técnico multidisciplinar y desde la que se abordan
proyectos generadores de actividad económica y
empleo.

Dentro de los proyectos de desarrollo local en el
ámbito urbano es común constituir órganos
rectores que aglutinen a representantes de todas las estructuras
u organizaciones sociales, políticas y económicas
que intervienen en la vida de la ciudad. Los Comités
Ejecutivos son la figura orgánica más generalizada
en muchos de ellos.

Las Agencias de Desarrollo Local adoptan diferentes
modelos de organización y funcionamiento según la
entidad de la que dependan, aunque se pueden identificar
claramente dos tipos diferenciados: los departamentos municipales
y las empresas municipales de desarrollo.

Los departamentos municipales, que frecuentemente
reciben nombres distintos del de Agencia de Desarrollo Local
aunque realicen exactamente esa función, dependen
directamente del Ayuntamiento ya que forman parte de su
estructura. Están por tanto sujetos a sus mismos
procedimientos de trabajo y a su funcionamiento
burocrático, lo que en ocasiones plantea problemas de
falta de agilidad en las actuaciones. Los técnicos que
trabajan en estos departamentos son en algunos casos funcionarios
de la administración, pero lo más frecuente es que
se trate de personal laboral con perfiles más acordes a la
actividad de gestión y promoción de acciones
innovadoras que realizan.

En determinadas circunstancias este tipo de
relación laboral a medio camino entre la
profesionalización de los servicios municipales y la
dependencia de una administración cambiante (no hay que
olvidar que las intervenciones de desarrollo local suelen basarse
en unas líneas estratégicas previamente marcadas
por los niveles decisorios de las entidades locales) puede, sin
embargo, generar problemas de inestabilidad en los puestos de
trabajo de carácter técnico. Se incluyen en este
apartado estructuras como la OPI (Oficina de Promoción
Industrial), el DIFE (Desarrollo Industrial, Formación y
Empleo), y otras organizaciones similares.

Las empresas municipales de desarrollo son
entidades creadas con participación municipal, que puede
ser o no mayoritaria, y otras entidades de carácter local
(empresas, sindicatos, etc.). Cumplen la doble función de
externalizar determinados servicios e intervenciones municipales,
y ejercer un desarrollo más participativo. Su
organización es la de una empresa autónoma,
evitando así los problemas derivados de la estructura de
los ayuntamientos y adquiriendo una capacidad de actuación
considerablemente más ágil, a pesar de que siempre
existe un importante grado de dependencia de la
Administración, tanto en recursos como en políticas
de desarrollo.

Se trata de una fórmula cada vez más
extendida tanto en municipios urbanos como en asociaciones de
pequeños municipios. En la actualidad existe una
importante tendencia, promovida sobre todo por las Iniciativas y
Programas Comunitarios, hacia la participación de
entidades privadas en las intervenciones de desarrollo local en
asociación con las administraciones públicas. Las
empresas, de forma individual o a través de sus
asociaciones, participan cada vez más activamente en estos
proyectos (entidades financieras, centros de formación,
empresas consultoras…), al igual que los interlocutores
sociales y

las universidades.

4. 1. Principales líneas de
actuación

En el marco del perfil expuesto así como de las
líneas de actuación se concluye que las actividades
de desarrollo del ADL se producen en tres niveles de similar
importancia:

• Nivel de decisión estratégica:
dirección, coordinación de recursos…

• Nivel de gestión: tramitación de
expedientes, gestión de subvenciones…

• Nivel operativo: investigación,
información, comunicación…

De los cuales el nivel operativo es el que presenta, por
su amplitud y complejidad, una mayor dificultad de
análisis, por lo que se han diferenciado en él toda
una serie de tipos de actividad (información,
asesoramiento, investigación, promoción de empleo,
etc.) sobre los que se investigan las competencias deseables para
las correspondientes ocupaciones. Además del tipo de
actividad se tiene en cuenta el área de la actividad
(formación, empleo, nuevas tecnologías,
medioambiente…) y el público objetivo de la
intervención (empresas, público en general,
mujeres, jóvenes…). La suma de los conocimientos,
habilidades y actitudes resultantes de analizar estas tres
variables determina la cualificación deseable para una
determinada ocupación o grupo de ocupaciones.

Las líneas de actuación del
desarrollo local son múltiples y diversas, si bien los
ejes más desatacados se pueden resumir y clasificar del
siguiente modo:

Cuadro 2.

Lineas de Actuación de los
Agentes de Desarrollo Local

Líneas de
actuación de los ADL"s

Contenidos más
comunes

Promoción Empresarial y
Creación de Empresas (PYME)

Viveros de empresa

Centros de Servicios Empresariales
(información, asesoramiento y servicios)

Oficinas de Comercio
Exterior

Servicios de
Videoconferencia

Centros de teletrabajo

Asesoramiento a
emprendedores

Formación empresarial
(trabajadores, directivos y emprendedores

Formación y
Empleo

Servicios de Información,
orientación e inserción Laboral.

Servicios de apoyo al
autoempleo

Escuelas taller y casas de
oficios

Otras acciones de formación
ocupacional y formación continua.

Acceso a la Sociedad de la
Información

Apoyo a la modernización
tecnológica de las empresas

Servicios internet para las
empresas

Servicios internet para los
ciudadanos.

Diversificación
Económica en Zonas Rurales

Apoyo a la pluriactividad o la
generación de rentas complementarias

Apoyo a actividades de turismo
rural

Apoyo a producciones locales de
calidad

Apoyo a la comercialización de
productos artesanales

Recuperación del
patrimonio

Acciones de protección del
medio ambiente

4. 2 El Agente Desarrollo Local (ADL): salidas
laborales y su contexto

En el ámbito actual del desarrollo local,
cabría diferenciar cuatro tipos de actores:
Públicos (las distintas instituciones de la
Administración); Privados (organizaciones
económicas, empresas); las organizaciones del tercer
sector (organizaciones sin ánimo de lucro) y los Sectores
Sociales no organizados.

Las relaciones que se configuren entre ellos son las
relaciones que van a determinar el desarrollo local. La
participación y la transformación de la realidad
existente pasa por analizar la red social de cualquier comunidad
para descubrir los componentes de la misma y las relaciones que
se dan entre ellos, siendo esto determinante para el proceso
de  desarrollo, entre otras razones, por su papel en la
formación de alianzas, en la construcción de
consensos, en la obtención de recursos externos a los
grupos de agentes más cohesionados, en la
elaboración de propuestas alternativas o innovadoras, etc.
(Corrales, 2008)

En el entendido de que el Agente de Desarrollo Local
(ADL) se concibe además de agente como uno de los actores
implicados en la acción sobre el territorio donde asume la
gestión del proceso desde una perspectiva profesional, es
de insistir que el ADL (Hernando, 2007) tiene un rol
técnico responsable de coordinar a los demás
agentes y actores sociales en la formulación,
diseño o propuesta de las estrategias a seguir en y para
el desarrollo local, asesorando a estos sobre las opciones y sus
posibilidades para que, una vez adoptada, se pueda gestionar su
la implementación de acciones y analizar los resultados de
cara a la reorientación de acciones y/o
reformulación de estrategias de soluciones.

De acuerdo al estudio realizado por FOREM (1999),
existen actualmente tres marcos principales en los que los
agentes de desarrollo local desempeñan su actividad
profesional: las iniciativas y programas de la Unión
Europea, los programas o planes de empleo de las diferentes
comunidades autónomas, y las iniciativas privadas
(empresas y asociaciones). Las Iniciativas Comunitarias EMPLEO
–con sus capítulos específicos NOW,
YOUTHSTART, HORIZON e INTEGRA–, ADAPT y ADAPT-BIS han sido
fuente de proyectos y financiación para numerosas agencias
de empleo y de desarrollo. En el ámbito rural las
iniciativas LEADER y PRODER han generado un referente
institucional organizado muy importante, auténticas redes
de centros de desarrollo creados como entidades intermedias que
gestionan los proyectos. Los Equipos de Promoción de
Empleo, que funcionan como organizaciones multiprofesionales en
el ámbito comarcal, y otras organizaciones similares
constituyen el marco laboral más próximo para
numerosos Agentes de Desarrollo Local.

Las salidas laborales de un Agente de Desarrollo pueden
ser:

  • 1) Agentes de Desarrollo Local (ADLS): Tanto
    las Administraciones Públicas Locales como los
    Organismos Autónomos e Instituciones que de ellas
    dependen, pueden disponer de verdaderos Técnicos
    cualificados y que hoy reciben el nombre de Agentes de
    Desarrollo Local, que deben ser los verdaderos dinamizadores
    del Desarrollo Local en los Municipios.

  • 2) Técnicos de Estructuras relacionadas
    con el Desarrollo Local. Las Administraciones Públicas
    Locales, bien directamente, o a través de sus
    delegaciones, Área de Economía y de
    Promoción Económica, o indirectamente a
    través de Sociedades de Desarrollo, Mancomunidades de
    Municipios, etc.; están creando distintas Estructuras
    relacionadas con el Desarrollo Local: Unidades de
    Promoción de Empleo (UPES), Unidades Básicas de
    Información Empresarial (UBIES), Agencias de
    Desarrollo Local (ADLS), etc.; y en estas estructuras
    realizan su labor a distintos niveles (técnicos,
    directivos, asesores, gerentes, etc.) los profesionales
    ligados al Desarrollo Local.

  • 3) Técnicos de Empleo: Conocen los
    huecos del mercado local. Es decir, los nuevos yacimientos de
    empleo y los empleos de futuro que se pueden generar en sus
    municipios. Son las que más cerca están de sus
    ciudadanos, y por lo tanto conocen mejor las
    características socioeconómicas concretas de
    sus desempleados. Es la hora de la convergencia real con
    Europa y América Latina y eso quiere decir, entre
    otros muchos aspectos, que por fin es la hora de afrontar
    problemas como el desempleo de forma prioritaria por medio de
    un esfuerzo presupuestario y el diseño de
    Políticas Activas de Empleo. Las Administraciones
    Públicas, sobre todo la Local, están tomando
    conciencia de ello, y para diseñar y llevar a cabo
    este tipo de acciones es necesario la contratación de
    técnicos especializados en inserción laboral,
    formación para el empleo, orientación laboral,
    etc.

  • 4) Técnicos de Asesoramiento a Empresas.
    Además del fomento del empleo, la promoción
    económica relacionada con el desarrollo de la
    actividad económica a través del apoyo a la
    creación de empresas y a las empresas ya existentes es
    de vital importancia. Estas medidas además de crear
    empleo, renta y riqueza en los municipios, previene la
    destrucción de empleo. La información
    económica sobre la actuación
    macroeconómica y los mercados en general, así
    como el tejido empresarial de la zona necesitan el
    asesoramiento concreto sobre Planes de Viabilidad
    Económico y Financiero, comercialización,
    financiación, exportación, ayudas y
    subvenciones, tramitaciones burocráticas, etc. a las
    empresas, es un servicio necesario para el Desarrollo Local
    que están asumiendo tanto las Administraciones
    Públicas Locales, como otros organismos e
    instituciones y asociaciones empresariales.

  • 5) Técnicos de consultoras
    especializadas en Desarrollo Local. Las Administraciones
    Públicas Locales, sobre todo en los pequeños
    municipios necesitan contratar servicios externos
    relacionados con el Desarrollo Local: estudios, contactos y
    conexión con redes transnacionales para los
    intercambios de experiencias y elaboración de
    proyectos conjuntos, planes de formación,
    presentación, ejecución y/o evaluación
    de proyectos, promociones de suelo industrial, gestión
    de ayudas y subvenciones, etc. Para ello, se necesita la
    existencia de técnicos especializados que conozcan en
    profundidad tanto la Administración Pública
    como el Desarrollo Local y que estén dispuestos a
    emprender su aventura empresarial y crear su propia empresa
    consultora, es decir, aquí está jugando la
    doble vertiente. Por un lado; se está demandando cada
    vez más técnicos especializados en Desarrollo
    Local, que trabajen como asalariados, pero también el
    autoempleo tiene aquí una buena salida creando uno
    mismo su propia consultora para prestar todos los servicios
    mencionados anteriormente y relacionados con el Desarrollo
    Local.

  • 6) En el caso del AEDL, como agente claramente
    definido, La Orden de 15 de julio de 1995 del Ministerio de
    Trabajo y Asuntos Sociales sobre fomento del desarrollo local
    e impulso de los proyectos y empresas calificadas como I+E
    define a los AEDL en base a las funciones que realizan pero
    en cualquier caso indica que serán " los trabajadores
    desempleados contratados por las entidades locales " para el
    desempeño de esas funciones. Este trabajo, en
    consecuencia, se centra en los profesionales de la
    promoción económica que realizan su trabajo
    integrados en la Administración Pública
    Local.

Además enfocándonos en el Turismo y el
Patrimonio como factores de desarrollo, hay otras salidas
profesionales relacionadas con la cultura, el turismo y el
desarrollo:

  • Guía – Intérprete del
    Patrimonio.

El guía – intérprete del Patrimonio,
natural o cultural, es un profesional, cuya labor es conocer el
medio en el que trabaja y elaborar líneas de
actuación para la puesta en valor y difusión del
patrimonio, elaborar medios interpretativos, para que el
público conozca, comprenda y valore el
patrimonio.

Puede desarrollar su función en, Parques
culturales, Centros de visitantes, Espacios protegidos, Aulas de
Naturaleza, Ecomuseos así como en consultorías del
sector.

Su actividad puede ser, realizar este trabajo para un
proyecto interpretativo y desvincularse una vez terminado, o bien
ejercer de gestor o guía una vez terminado el proyecto
cultural.

Si bien no es un guía de turismo al uso, su
trabajo también consiste en explicar el patrimonio e
interpretar espacios naturales o culturales a los
visitantes.

  • Guía de Turismo.

Si bien tradicionalmente su labor es la de
acompañar a los viajeros en circuitos, rutas e itinerarios
ya elaborados por las administraciones y agencias de viaje o bien
diseñarlas personalmente, el guía de turismo puede
también ejercer las labores del intérprete del
patrimonio, diseñar proyectos de turismo cultural,
así como realizar material informativo y de
divulgación, publicaciones y actividades para la
promoción del patrimonio y realizar visitas guiadas
específicas.

Puede desarrollar su labor como profesional
autónomo, como trabajador por cuenta ajena, para agencias
de viaje, para las administraciones.

  • Gestor cultural.

Cualquier iniciativa de desarrollo,
dinamización u organización del patrimonio debe
partir de una cuidada programación. La necesaria
integración de los recursos culturales y naturales en la
planificación territorial debe llevarse a cabo mediante la
realización de proyectos que promuevan un desarrollo
equilibrado y no agresivo de la oferta cultural y
turística, procurando una buena calidad de los
servicios.El gestor cultural es el profesional que realiza estas
labores de actuación en la gestión cultural. Puede
ejercer su función en el ámbito público y
privado, en consultorías, asociaciones, casas de cultura,
fundaciones y otros espacios culturales.

  • Guía de museo.

El guía de un museo es un
profesional que debe conocer el entorno en el que va a
desempeñar su función, así como
técnicas de comunicación y otras técnicas
turísticas que le servirán durante su trabajo de
acompañamiento de visitas guiadas.No debe olvidar las
necesidades de los diversos colectivos y diseñar
actividades específicas para estos, así como
establecer líneas de trabajo para la dinamización y
difusión del museo. Puede realizar su labor en los
diversos museos.

  • Monitor de actividades
    culturales.

El monitor es una figura que puede ejercer diversas
actividades en diferentes ámbitos, desde diseñar
actividades lúdico – culturales para escolares, hasta
ejercer una labor de animador cultural o de guía del
patrimonio, dependiendo de su trayectoria, habilidades, intereses
y formación.

Puede ejercer sus funciones como profesional en
asociaciones, cooperativas de jóvenes profesionales, casas
de juventud y cultura, campamentos, albergues juveniles y en las
administraciones.

  • Agente de desarrollo turístico.

El gestor de turismo debe planificar,
organizar, desarrollar y controlar todo tipo de actuaciones en
materia turística. Así como diseñar
actividades recreativas, y realizar labores de promoción y
divulgación de las posibilidades turísticas de una
zona, rural o urbana. Así como establecer las
líneas y proyectos de turismo para el desarrollo de esa
zona y establecer los contactos con las administraciones para la
cooperación en materia de turismo. Puede desempeñar
su labor en consultorías, y en las diversas
administraciones, en especial en la administración
local.Así como elaborar planes de intervención para
conocer las necesidades de desarrollo de estas poblaciones. Puede
ejercer su labor a través de la administraciones o en el
ámbito privado.

  • Monitor de en Escuelas – Taller,
    Casas de Oficio, Escuelas de empleo.

El monitor, en cualquiera de sus
especialidades, es una figura necesaria dentro de los llamados
nuevos yacimientos de empleo, a través de sus acciones
formativas: Es el profesional que forma a nuevos especialistas en
estas materias.

En resumen el agente de desarrollo es un potenciador de
todos los recursos que surgen de una comunidad.

Dos ejemplos de
entidades empleadoras de los ADL y su proceso de
selección
en la administración pública en años
anteriores

5.1 Ejemplo A. Concurso de plaza para ADL en 1995.
Madrid. España

2091

ORDEN 2446/2005, de 4 de
junio, de la Consejería de Empleo y Mujer, por la
que se convocan, para el año 2005, las ayudas para
la contratación de Agentes de Empleo y Desarrollo
Local.

El Real Decreto 30/2000, de 14 de enero, traspasa a la
Comunidad de Madrid, con efectos de 1 de enero de 2000, las
funciones y servicios que en materia de trabajo, empleo y
formación realizaba el Instituto Nacional de Empleo,
adscribiéndose posteriormente, mediante Decreto 13/2000,
de 27 de enero, del Consejo de Gobierno, tales funciones y
servicios a la Consejería de Economía y
Empleo.

Por Decreto 61/2003, de 21 de noviembre, se crea la
Consejería de Empleo y Mujer, a la que se adscriben dichas
competencias.

La Ley 5/2001, de 3 de julio, de Creación del
Servicio Regional de Empleo, atribuye las competencias de
gestión de las Políticas Activas de Empleo
transferidas del Instituto Nacional de Empleo al citado Organismo
Autónomo, dependiente de la Consejería de Empleo y
Mujer.

Entre las funciones de gestión y control asumidas
en virtud del citado Real Decreto, se encuentran las referidas a
las subvenciones para la contratación de Agentes de Empleo
y Desarrollo Local por las Corporaciones Locales o entidades
dependientes o vinculadas a una Administración Local,
reguladas en el Título II de la Orden del Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales de 15 de julio de 1999, que establece
las bases reguladoras para la concesión de
subvenciones.

La Disposición Adicional Primera de la citada
Orden de 15 de julio de 1999, establece que las Comunidades
Autónomas que hayan asumido el traspaso de las funciones y
servicios en materia de gestión de este programa
público de empleo, podrán acomodar la citada Orden
a las especialidades que se deriven de su propia
organización.

Es en el ámbito local donde se encuentran las
mayores posibilidades de detección de la existencia de
huecos productivos no explotados, susceptibles de generar puestos
de trabajo, a través de la creación de nuevas
empresas. Por ello, las Corporaciones Locales precisan dotarse de
Técnicos de Empleo, especialistas en Desarrollo Local, que
puedan colaborar en la orientación de los programas de
políticas activas de empleo hacia la generación de
actividad empresarial y a la prospección y
promoción de proyectos empresariales en el ámbito
local.

En virtud de lo expuesto, y de acuerdo con las
competencias atribuidas en la legislación
vigente,

DISPONGO

Artículo 1

Definición

Partes: 1, 2, 3
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